MARIANNE DE TOLENTINO 1

LISTIN DIARIO – Martes 8 de enero de 1985 – Pagina 8-B

Eric Genao o la Seducción de un Mundo Absurdo y Cruel

Por Marianne de Tolentino

Confiar en el futuro del arte dominicano no es pecar de optimista incurable. Es sencillamente comprobar que van madurando talentos jóvenes quienes permiten ya apostar sobre su porvenir como artistas valiosos y creativos.

Entre ellos, se encuentra Eric Genao que expone actualmente en la Galería Arawak Provisto de una formación profesional de arquitecto-generalmente muy positiva para la carrera en artes plásticas y egresado también de la Escuela Nacional de Bellas Artes, después de una estancia de dos años en Europa ha confirmado las promesas expresadas desde sus años estudiantiles. Su participación en la XVI Bienal Nacional de Artes Plásticas fue sobresaliente, allí sus pinturas, en nuestra opinión, eran candidatas a un premio… que no se le otorgo. La exposición individual de Eric Genao se imponía….

Este pintor, oriundo de Samaná, presenta una secuencia de “Transfiguraciones”-pinturas y (dos) dibujos – muy interesantes para el descifraje de sus imágenes, además de una pulcritud de oficio notoria. El mundo absurdo y cruel, que conforma los “mecanismos” en mutación, de Eric Genao, se va tropicalizando, incrementando su barroquismo, curvando sus estructuras, acalorando sus iluminaciones.

En una sustanciosa introducción, Soraya Chahin escribe que Eric Genao “nos ofrece unas imágenes deformes y compungidas, laceradas y agobiantes, que su fina destreza provoca pervivir con una extraordinaria belleza que solo recordamos en las sombrías líneas kafkianas de La Metamorfosis”. Esta asociación muestra como, dentro de un mismo contexto de surrealizacion, mutaciones y onirismo, puede variar una interpretación. No “leamos” en las Transfiguraciones pictóricas de Eric Genao el mensaje de desesperación, degradación y destrucción que trasmite la novela de Kafka.

El artista dominicano nos propone una mezcla de organicidad y de mecanicismo que a la vez se diferencian y se enlazan según fenómenos metamórficos, que animan extrañamente los objetos inanimados, que convierten órganos de la anatomías humana – dedos, ojo, corazón en objetos y parte de una maquinaria. Pero el proceso, por sadomasoquista y monstruoso que sea, es también regenerador, creando nuevas e inquietantes formas de vida, fuentes indisociables de malestar y seducción.

Indudablemente la pintura  de Eric Genao se presta para las fantasmagorías del espectador.

La mirada puede ser también eminentemente plástica, llevada por las sutiles armonías del color, el eslaboramientos de los elementos, el refinamiento de la pincelada, la matización de los tonos, antes de estar impresionada por la fuerza de la tercera dimensión (…puntas aparentan querer perforar la tela), y una luminosidad encendida, punto focal en la composición, da la ilusión de hallarse tras el lienzo.

Ahora bien, es difícil no pervivir en esas combinaciones de signos – raras veces ignotos – un cuestionamiento sobre la civilización actual, sobre la era de la violencia o al menos de la amenaza rondante. Cadenas, espadas, tubos, piezas metálicas no identificables se imbrican con sugerencias ovoideas, corazones, venas, nervios o pupilas…

Por el contrario, el mensaje podría ser relativamente optimista: gracias a la maquina, el hombre tiene salvación, siempre habrá una vida, una especie, una formula para combatir la erosión del tiempo.

Además, brotan detalles de fantasía, muy próximos al humor como las soguitas inútilmente amarradas o los cuerpos escamosos y tornasoleados. Queremos mencionar igualmente, aparte de cierto parentesco estilístico con tendencias orgánico-constructivistas de la pintura española y Latinoamericana, la obvia admiración que Eric Genao siente por el surrealismo de nuestro artista. Ivan Tovar.

No podemos concluir sin hacer mención del éxito que ha tenido la exposición de Eric Genao: prácticamente todas las obras han sido adquiridas. Sigue, en estos primeros días del año, el periodo de bonanza para el arte dominicano, y, lo que consideramos alentador, la receptividad creciente del publico frente a trabajos no tradicionales ni necesariamente complacientes. El ejemplo de Eric Genao y la calidad de su pintura deben incentivar a los jóvenes encauzados por las vías del talento, del estudio y de la investigación.