MANUEL MORA SERRANO

Eric Genao encuentra el resplandor

POR MANUEL MORA SERRANO

Yo debería decir que Eric Genao ha encontrado el “esplendor” y tal vez seria lo correcto.

No es que en sus exposiciones anteriores este joven artista no hubiese hallado el toque sensual de la belleza, o el tenebroso goce de lo que va mas allá de lo estético puro, sino que ahora, en su tercera individual inaugurada el día 19 de julio en la sala principal de La Casa de Bastidas, nos ha demostrado que es propietario de su propio vocabulario lirico.

No se si es correcto hablar de la semiótica de Eric Genao, pero el da pie a ello porque el titulo de la misma es “mas allá de los símbolos” y ¿Qué es lo que hay mas allá de toda simbología sino es una semiosis pura?

Hay cuadros desde 1985 a la fecha y muestras tan variadas en el uso del color y en los elementos plásticos, que resultan sencillamente deslumbrante, y muchos de los mejores nos quedan para siempre, nos persiguen y se quedan en nosotros con ese lento reposo de lo que es excelente.

En los momentos mas memorables de esta exposición hay una búsqueda de raíces, un cuadro magistral llamado “negritud”· y otros dos con elementos pictográficos tainos, que hablan de búsquedas y desesperaciones y anuncian en este joven artista tan rico colorido y tan brillantes matices, a un futuro maestro.

Es mucho lo que aun tiene que decir y es mucho lo que hay dicho en esta exposición: hay una limpieza absoluta de trazos, una precisión magnifica de los elementos y una conciencia lúdica maravillosa de lo que es y debe ser un cuadro.

Aunque hay todavía muestras y trazas de figurativismo, la tendencia de Eric Genao es la abstracción pura, y logra algunos cuadros verdaderamente impresionantes. Todavía nuestra gente no ha asimilado lo difícil que es el arte facilismo, y no saben, ilusos, que lo mas problemática es alcanzar sin preferencia inmediata a lo que consideramos real o tradicional.

Naturalmente Eric es una excepción en muchos sentidos en nuestro medio: arquitecto de profesión académica, pintor que estudio en su oficio, se convirtió por varios años en un peregrino del arte por Europa y con la curiosas de la adolescencia alta, de esa inmadurez hermosa de los veinte años, vivió y bebió en museos, teatros, tertulias y ciudades, campiñas y aldeas, el espíritu, el espíritu cosmopolita del Viejo Mundo, la esencia pura de occidente.

Eric Genao busco y ahora nos dice de manera rotunda afirmativamente esta muestra, que ha encontrado, que se esta encontrando, que se esta encontrando en plenitud y sentimos, con ello, que el ARTE en general, no nuestro arte en particular, se enriquece con enriquecimiento.

Mas culto que el nivel medio de sus colegas, consagrando a tiempo completo a una profesión tirana y absorbente, obsesionado por temas y colores, con el tenemos algo mas que una simple esperanza; una realización.

Entrar a su muestra es entrar en deslumbrandilandia: es salir lleno de fervor, henchido de estupores…

Eric ha encontrado el esplendor, ha descubierto el resplandor.